Burnout: el síndrome del trabajador quemado, ¿cómo evitarlo?

El síndrome del trabajador quemado o burnout hace referencia a los trabajadores que viven situaciones de estrés continuado en el trabajo, lo que impacta directamente en su motivación y productividad. El agotamiento físico y mental, la irritación o mal humor, la falta de concentración e interés por el trabajo son algunos síntomas que te pueden ayudar a identificarlo. ¿Cómo pueden las empresas evitar este síndrome? ¡Te lo explicamos!

Identificarlo para combatirlo

El primer paso es que las empresas presten atención a los síntomas que presentan sus empleados, ya que, de esta forma, podrán buscar soluciones de forma más rápida y eficaz. Es importante estar atentos a posibles cambios súbitos en la personalidad de los empleados. La indiferencia, baja eficiencia, el cansancio permanente o la irascibilidad son algunas características que pueden indicar que el empleado/a sufre este tipo de síndrome.

También se debe prestar atención a síntomas de agotamiento físico y mental. Las variaciones de peso o la aparición de dolores de cabeza o problemas gastrointestinales son ejemplos de alteraciones producidas por el agotamiento físico que pueden afectar a los empleados. En el ámbito del cuidado de la salud mental, se debe vigilar la aparición de problemas como el insomnio, la ansiedad o el estrés.

Una vez identificados los posibles síntomas, es importante entender cómo se ha llegado a esa situación y así, poder modificar los hábitos y situaciones laborales que han creado ese malestar. Una de las claves es crear espacios de orientación y una consulta psicológica para poder conocer de primera mano las necesidades de los empleados.

¿Cómo evitar este síndrome?

Para combatir y prevenir el síndrome del burnout, será de gran ayuda que las empresas realicen actividades de teambuilding con el objetivo de generar un buen ambiente laboral, así como que apuesten por programas de bienestar y reconocimiento.
Fomentar las dinámicas de equipo no solo establece nuevas conexiones y genera confianza, sino que resulta muy beneficioso para desconectar del ambiente laboral. En este sentido, facilitar la comunicación entre los miembros del equipo, ofrecer formación personalizada y apostar por acciones de bienestar, flexibilidad y conciliación laboral puede resultar diferencial para que los trabajadores se sientan a gusto, motivados y trabajen de forma productiva.