¿Cómo será el liderazgo del futuro?
La capacidad de liderazgo es una de las habilidades más demandadas entre los mandos intermedios y los directivos de este país, así que si quieres optar a un puesto de estas características es importante que trates de desarrollarla al máximo. Para ello, no solo debes pensar en el liderazgo presente, sino que debes preguntarte cómo será el liderazgo del futuro. Así, cuando llegue tu momento, ¡estarás capacitado para motivar y gestionar equipos mejor que nadie!
Pero, ¿cómo serán esos managers? La firma internacional experta en la búsqueda, evaluación y asesoramiento de altos directivos Russell Reynolds Associates, en colaboración con Hogan Assessments, ha elaborado un estudio, en el que han participado 1.100 ejecutivos de todo el mundo, para determinar hacia dónde evolucionará el concepto de liderazgo en los próximos años.
En este sentido, los resultados dejan claro que los líderes del futuro serán más pragmáticos y vulnerables. También aseguran que sabrán conectar mejor con las personas y que, entre sus aptitudes más cotizadas, estarán la confianza en su ética y juicio, y su nivel de resiliencia para recuperarse de las inevitables crisis y retrocesos.
En definitiva, nos presenta a un manager más silencioso que el prototipo actual, humilde y con capacidad para escuchar lo que tienen que decir los miembros de su equipo. Ya no importa tanto su capacidad oratoria o el carisma que hasta ahora parecía ligado a cualquier tipo de liderazgo: este estudio demuestra que tener una personalidad fuerte no implica necesariamente un mejor desempeño de un puesto directivo.
Según Russel Reynolds Associates sí es recomendable, de cara al futuro, que los líderes desarrollen la capacidad de conectar realmente con los demás, además de ver como aspectos positivos la vulnerabilidad y la alta integridad. No obstante, la firma internacional reconoce que lo más recomendable es que las personas que tengan un equipo a cargo encuentren un equilibrio entre las llamadas habilidades ruidosas (carisma, capacidad de inspirar, etc.) y las silenciosas (autenticidad, humildad, saber escuchar…)
Como ves, no entrar en el prototipo de líder actual no es un problema para ejercer de manager en el futuro. ¿Te pones manos a la obra?