Con la adopción de la jornada laboral de 37,5 horas semanales a la vuelta de la esquina, España busca transformar su cultura laboral y aportar mayor eficiencia y bienestar a los trabajadores/as. Una medida que parte del acuerdo entre PSOE y Sumar y que pretende hacerse realidad en los próximos años de forma progresiva, afectando a unos 12,9 millones de profesionales. Pero ¿qué implica realmente esta medida? ¿Cómo se aplicará? ¡Te explicamos todo a continuación!

La implementación de la jornada laboral de 37,5 horas en España se llevará a cabo de manera gradual y planificada. Según el acuerdo gubernamental, en 2024 se reducirá la jornada máxima semanal en 1,5 horas, pasando de las actuales 40 horas a 38,5 horas. Y, en 2025, se alcanzarán las 37,5 horas semanales. Además, esta reducción no implicará una disminución salarial para los trabajadores/as, es decir, aunque trabajen menos horas, seguirán recibiendo el mismo salario.

¿Qué beneficios aporta?

Mejora del equilibrio entre vida laboral y personal
Permite disfrutar de más tiempo libre para dedicar a la vida personal (familia, amistades, hobbies, etc.)

Aumento de la productividad
Está comprobado que las jornadas más cortas pueden aumentar la concentración y eficiencia.

Reducción del estrés
Dedicar menos horas al trabajo puede disminuir el estrés y la ansiedad.

Oportunidades de desarrollo
Permite disponer de más tiempo para formación y desarrollo personal y profesional.

¿Qué desafíos supone?

Resistencia empresarial
Existe un cierto temor, por parte de los/as empresarios/as, a una disminución de la productividad y a un aumento de los costes laborales.

Adaptación a nuevos modelos de trabajo
Ante el nuevo escenario laboral, es fundamental adoptar nuevas herramientas tecnológicas que sean más eficientes, así como reestructurar los procesos internos.

Cambio cultural
Implica un cambio de mentalidad sobre la cultura del esfuerzo, dejando atrás la idea preconcebida que trabajar más horas significa mayor compromiso y productividad.

Impacto económico y laboral
Esta medida puede generar una preocupación ante el posible impacto que puede suponer en la competitividad empresarial y la creación de empleo.

La reducción de la jornada laboral en España es un paso significativo hacia un enfoque laboral más humano, pero su éxito dependerá de cómo se aborden los desafíos que, a su vez, supone. Es crucial que la medida vaya acompañada de políticas que aborden otros cambios estructurales del mercado laboral español para garantizar un cambio sostenible y equilibrado hacia un futuro laboral más eficiente y con mayor bienestar.